El frío empañaba el cristal y me pasé los siguientes diez minutos haciendo carreras con las gotas que resbalaban por la fría superficie...
¡De repente!apareciste, corriendo calle abajo..ibas solo y llevabas la ropa empapada. Te paraste en la puerta de mi casa...no podía ver que hacías..pero oí el timbre. NO PODÍA SER no era posible que eso me estuviese pasando a mi...Baje a toda prisa, corriendo escaleras abajo, y sin pensar en lo que hacía..abrí la puerta de golpe.
No estabas.
Mi padre me miraba desde el sofá del salón con el entrecejo fruncido, por encima del periódico de la mañana.
-Que haces hija mía...nunca te había visto comportarte así..Quien es?que pase!Porque esa cara hija...¿te encuentras bien?
-Ah....no..no hay nadie papá.
-Ejem, sería un graciosillo de esos...¡hoy en día los chiquillos no saben que hacer en sus casas!-y volvió a enfrancarse en su lectura...
Iba a subir a mi habitación pensado que todo había sido una de mis fantasías, cuando vi un sobre bajo la puerta..solo sobresalía unos centímetros..
Continuara...
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