miércoles, 22 de junio de 2011

El amor que trasciende

-Buenos días cariño, ¿qué tal ha dormido mi bebé? Mi pequeña Mónica, mi pequeño rayo de luz. Un solecito entre mis temblorosas manos de madre primeriza. Eres preciosa ¿sabes?, tienes una naricita ideal que me recuerda a la de tu papi.Sí ése, ése que esta ahí. Dice que va a hacernos una lasaña. Yo no le creo, ¿tú?
Mírale, todo lleno de tomate. Es muy bueno ¿sabes? y te quiere una barbaridad.
Cuando te vio nacer se puso a llorar como un ..bueno, nunca le había visto tan emocionado ¿sabes princesita? Te quiero mi niña, mi trocito de él. Te quiero.
shh..shhh..shh..no llores vidita, no llores...shh...shh......-
Y alejándose de la cocina y del ruido de ese intento fallido de lasaña comenzó a cantar: suave, dulce, una nana que aprendió de su madre...

Modestia aparte, la verdad me atormenta

Tengo miedo a ser demasiado fascinador. Tengo miedo a que creas que vas a perderme porque otras deseen robarme.
Temo que creas que no soy enteramente para ti sólo porque otras quieran apropiarse de mis sonrisas.
Me atormenta llegar a creer que debo ser siempre eso, algo deseable, algo que desorbite, algo que pervierta las buenas intenciones de los demás.
No es agradable descubrir que hay muchas personas que podrían estar donde tú estás y disfrutar de lo que tú disfrutas. Añoro el pasar desapercibido.
Pero tú eres para mi todo aquello que el tiempo me prohibe. Tú Lo eres. Tú eres lo que me da valor ante este Mundo cruel que trata de enloquecer y desviar mis sentidos.
Tú, Jayme tú eres...Puf..es que te quiero de veras bobi!!

lunes, 20 de junio de 2011

Tras tu sueño

Despiértate tesoro, despiértate y mírame. Dime que sigues aquí conmigo.
No me digas adiós. No todavía. Aún necesito que te rías cuando te cuento mis tropiezos con el macetero de la entrada, aún necesito que respondas con la voz de Humprey Bogart cuando te llamo a la oficina, que me beses el hombro al despertar, que me cuentes porque te fijaste en mi esa primera vez, que me relates como disfrutas al ver mi falda azul de rayas ondear al aire, que repitas una y otra vez mi nombre mientras se nos quema el café...
Despiértate amor mio, necesito ver mi cara reflejada en tus pupilas, necesito saborear la brisa de tu respirar, necesito comprender porque me amabas.
Despiértate, mírame, bésame, despiértate...

domingo, 12 de junio de 2011

Si ya son...

Si ya son 20 creo que te mereces algo distinto
Si ya son 20 debes saber que yo te quiero
Si ya son 20 puedes estar segura de que no voy a irme
Si ya son 20 sabes que quiero abrazarte
Si ya son 20 puedes ir buscándome un hueco
Si ya son 20 tiraremos los problemas al vacío
Si ya son 20 creo que te mereces algo distinto..
Si ya son 20...puf...20?¿?
Te quiero Ma





¡Por qué tú lo eres todo amistad!

viernes, 10 de junio de 2011

En el descansillo

Querido Fernando:

Eran las seis, cuando ha empezado a atardecer y me he acordado de ti. Me he puesto a llorar como una niña… Y es que fueron días inolvidables aquellos en los que nada podía separarnos.
Después, he sacado de mi baúl todas las cartas que durante ese año me escribiste. Las conservo todas.

Ha sido la segunda vez que las he leído, ya sabes que a mí siempre me han gustado las primeras impresiones. Y esta vez, no me he emocionado, no he podido creerme que todo lo que en ellas me decías fuera cierto.Es triste lo sé, pero la vida tiene estos giros.

Después, me he tumbado en esa hamaca del patio de atrás donde contábamos las nubes que pasaban y he pensado en ti, de una forma distinta a las anteriores veces.
Te he visto como un espíritu que había visitado mi vida y que al irse hubiera tomado forma corpórea y se hubiera alejado corriendo, emocionado al descubrir sus piernas, su independencia, su libertad.

Creo que en cierto modo, la actitud que he tomado durante todos estos años sin ti, ha sido egoísta.

No te equivocaste al irte. Lo he descubierto esta tarde.
Seguramente yo también debía haberme marchado, no sé a donde ni porque, pero tenía que haberlo hecho.

Creo que el tiempo que pasamos juntos fue como si el uno al otro nos hubiéramos encarcelado. Y al encontrarnos así, decidimos disfrutar juntos, pero sólo del tiempo. Así que hasta que uno de los dos no se diera cuenta de que podía salir, la situación se mantendría.
Ese fuiste tú y te lo agradezco. He tardado en darme cuenta, pero, ahora que soy consciente de ello me siento libre.

Con cariño:

Ana