Mírale, todo lleno de tomate. Es muy bueno ¿sabes? y te quiere una barbaridad.
Cuando te vio nacer se puso a llorar como un ..bueno, nunca le había visto tan emocionado ¿sabes princesita? Te quiero mi niña, mi trocito de él. Te quiero.
shh..shhh..shh..no llores vidita, no llores...shh...shh......-
Y alejándose de la cocina y del ruido de ese intento fallido de lasaña comenzó a cantar: suave, dulce, una nana que aprendió de su madre...
Emocionas.
ResponderEliminarPrecioso. Se te olvidan los problemas verdad?
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