jueves, 31 de marzo de 2011

Historia de una amistad

Eran dos niños...Una niña y un niño...Pequeños, de tres años solamente...
Cumplieron cuatro y unieron sus imaginaciones en juegos que rellenaron los vacíos intercambios, las aburridas clases, los recreos solitarios...
Se tenían ese cariño entrañable que solo la inocencia de los niños sabe tener...Ese cariño que dura para toda la vida y que realmente nunca se olvida...
Cumplieron cinco y empezaron a crecer: en amistades , en altura, en un atisbo de madurez que les dejaba descubrir que él era un chico y ella una chica...
Ella se fue desapareció y sus caminos se separaron durante esos años en que el individuo toma identidad...pero a los 14 volvieron a encontrarse sus miradas...¿Era timidez?nunca podrá saberse, pero no se hablaron, no intercambiaron ni un mísero "hola", ni un pobre "adiós"
A los quince sí...volvieron ha descubrirse y fueron capaces de tratarse por el recuerdo de esa joven amistad. Con respeto, con distancia e intentando olvidar que se conocían perfectamente.
A los dieciséis empezaron a compartir más cosas, entablaron conversaciones y volvió a nacer ese cariño infantil...Pero se chocaron contra el muro que se había construido durante esos años de lejanía...Eran distintos el uno del otro, no eran esos niños que corrían por las aulas del colegio del barrio...Sé conocían, pero no compartían opiniones. Eran amigos en el silencio y les encantaba disfrutar de la compañía del otro. Para ellos era como regresar a esos años de felicidad...Pero escaseaban las oportunidades...Alguna vez en la biblioteca, en los pasillos durante los recreos...Seguían guardando el secreto de su temprana amistad, no por vergüenza, sino por miedo a que otros lo estropearan...
Pero, de nuevo ella tuvo que marcharse. La vida desviaba su rumbo. Las decisiones que tomamos determinan y cambian tantas cosas...
Durante los dos años siguientes sólo se vieron en otra ocasión...En un parque vacío, sobre las cuatro de la tarde de un día de verano en que el viento soplaba..Él paseaba a su perro y ella iba de la mano de un joven que la amaba...Fue sólo un momento pero, consiguió lo que de él se hubiera esperado.. Sonrieron al encontrarse y volvieron a recordar todo aquello...sólo fue un momento..
Hoy, ella se ha enterado...Él ha decidido irse, irse para siempre..dejarlo todo atrás.

Se ha marchado...Y ella sólo puede llorar...y seguir recordándole durante el resto de su vida como un verdadero amigo, al que nunca dejará de querer...

En memoria de Nacho F. M, que en paz descanse.


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