viernes, 21 de octubre de 2011

-Entonces

Cuando su mano acarició su cara y
sus ojos reflejaron el brillo en los suyos.
Cuando todos los sentimientos perdieron el miedo.
Cuando descubrió su suave tacto.
Cuando reconoció su mirada.
Todo se hizo nada.
La música se convirtió en banda sonora.
Los transeúntes se difuminaron y el aroma de las calles fue perfume.

Cuando sonrió.
Cuando juntó sus labios a los suyos.
Cuando aspiró su aliento.
Cuando sus brazos se confundieron en su espalda.
Todo dio vueltas alrededor.
Desapareció la luz y la oscuridad.
El suelo huyó lejos
y un delicado viento recorrió todas sus articulaciones
avivando el fuego de su interior.

1 comentario:

  1. Que precioso!
    ME encantatía sentir algo así.
    Creo que después de eso podría morir feliz.

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