domingo, 3 de julio de 2011

Desde la primera carcajada juntas quise acompañarte en la vida

Me parece que aún soy capaz de recordar tu leve sonrisa bajo el sol de Septiembre...aun puedo oler el ruido de los coches al pararse en la puerta del colegio para recoger a los niños en su primer día de colegio. Ese día fuiste profesora, la profesora Martín para más inri, pero bueno, para mi siempre serás mi dulce e inestable María. Me encantó ir a recogerte en ese tu primer día.
Han pasado tantos años ya. Los niños te saludan con respeto y cariño, y tus cansados ojos vuelven a regalar una y otra vez esa leve sonrisa. Me encantaría poder ir hoy también a recogerte en tu primer día de tu último curso, pero...pero hay huelga de trenes. A lo mejor consigo que mi hijo Antonio, el pequeño, me acerque en su cochecito. Ójala!
¿Sabes?no dejo de recordar todas esas anécdotas que me has contado sobre tus múltiples y variados alumnos. Tus queridos niños de seis años que te sonreían año tras año desde los mismos pupitres.
Sé que te acuerdas de cada uno de los nombres de esos pequeños y que una de las cosas que más te gusta de este mundo es encontrarte con ellos por las calles de Madrid y descubrir que ese niño o niña, a quien enseñaste a leer a sumar y a restar con llevadas, ha creado su propio hogar y te sonríe con el mismo cariño que hace tantos años.
Te haces querer querida amiga!

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