No me dijo nada, no contestó mis llamadas. Me había dicho que había sido un placer, que adiós y hasta nunca...sabía donde vivía..fue ahí donde nos conocimos...yo llevaba una carta que por error había llegado a mi casa..es el tipo de cosa que habría hecho mi padre...y siempre me han atraído sus excentricidades...Me abrió la puerta un rostro indescriptible...aunque numerara los tonos y matices de cada uno de sus detalles no la estaría haciendo justicia...Yo siempre he sido feo..el feo y gracioso de la clase que salía con la amiga de la guapa. El amigo fiel y fuerte, aunque inocente del que más corría, el más rebelde y el más cotizado entre el grupo femenino del curso..El que sacaba un notable de siete SIEMPRE..Yo era un tópico al que nunca le había pasado nada excepcional..más allá de nacer..tener unos padres estupendos y haber conseguido un trabajo honrado(sin querer quitarle mérito a ninguna de esas cosas, claro)
Pero ahí estaba, mi momento Vodafone como suele denominarlo mi hermana. Por el camino hacia la casa:nº45 de Blooms Road de Miss Prinford...me había imaginado a típica solterona de 50 y pico años, mínimo.
"-¡Hola!¿puedo ayudarte?-era agradable recordar con que ignorancia del futuro inmediato había dicho aquellas palabras...
-Eh...Sí ..eh..esta carta ha caído en mi buzón con el fin de que nos conociéramos y...deberíamos hacer caso de una indicación tan directa...¿no le parece?-Nunca había visto a nadie sonreír de aquella forma...era deslumbrante.
-Oh!pues..no sé que decir...¿quiere pasar?creo que me queda limonada en la nevera...¿le gusta la limonada?-hablaba rápido y con pausas intermitentes..era...puf..
-La limonada me encanta, esto es suyo-había dicho yo depositando la carta en su (¡increíblemente suave!) mano- Y... puedes llamarme Sean
-Bien Sean..yo soy Meg.
.........continuará........
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