viernes, 20 de agosto de 2010

Siempre hay algo que contar...

El verano, ha sido algo estravagante, en el que conocer y volver ha sido la base central de todo...
Lo nuevo ya ha sido sellado con un sello que lo guardará en el recuerdo...
Lo viejo, se ha vuelto a abrir y ha traído consigo mejoras innumerables...
Puede que haya quien piense que ha sido un verano más, sin particularidades, pero aquellos cuyo fin cada día al despertarse haya sido ser feliz, compartirán conmigo la opinión de que cada segundo ha tenido algo de extraordinario: Cuando se rompió la taza,cuando la niña se cargó el vestido nuevo tirándose de tobogán, cuando me perdí en el Metro, cuando rellené aquella vieja botella de cristal de La Casera, cuando en la barbacoa de fulanito, nos quedamos sin carbón por que el gracioso de turno la tiró a la piscina (por error..si !), cuando fuimos a aquel restaurante y vimos como los de al lado se iban de sinpa, cuando vino a visitarnos por sorpresa la petarda de toda la vida, cuando conocimos a aquel chico que parecía tener algún que otro problema con el ingles pese a que insistía en que era inglés(?) y aquel día que al llegar a nuestra habitación a las tantas, agotados del mundo, descubrimos que en el suelo y a medio vestir tampoco se duerme tan mal...

Todo puede ser extraordinario, depende únicamente de nosotros.
No de que hagamos sino de cómo lo hagamos.

1 comentario: